Lo bueno, lo malo, lo feo y lo deseable en la (s)elección de integrantes de la Comisión y la Corte interamericana de derechos humanos

AutorKarlos Castilla Juárez
CargoAbogado por la Universidad Nacional Autónoma de México, doctor en derecho por la Universitat Pompeu Fabra. Investigador visitante en la Universitat de Barcelona
Páginas119-136
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DOSSIERDOSSIER
Lo bueno, lo malo, lo feo y lo deseable en la (s)elección de integrantes de la
Comisión y la Corte interamericana de derechos humanos
e good, the bad, the ugly, and the desireable in the (s)election of members of the
Inter-American Human Rights Commission and Court
K A. C J
Universitat de Barcelona
Resumen
Los procesos de elección de quienes integran la Comisión y Corte interamericana de derechos
humanos son uno de los temas que, a pesar de su importancia, menos análisis y debate han
generado cuando se habla de fortalecer el sistema interamericano de derechos humanos. Por
esa razón, en este artículo se busca llenar algunos de esos vacíos a partir de describir y analizar
dichos procesos por medio de la identicación de lo positivo, lo negativo y lo reprochable que
tienen. Una vez establecido eso, y buscando generar debate, en el artículo se hace una propuesta
respecto a cómo sería deseable que se desarrollaran esos procesos de elección, no sólo ante la
Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, sino también desde los procesos
nacionales que se deberían seguir para tal n.
Palabras clave
Juez interamericano / Comisionada interamericana / Elección / Designación / Corte
Interamericana / Comisión Interamericana / Derechos Humanos.
Summary
e election process of members of both the Inter-American Human Rights Commission and
the Court is one of the topics that, despite its importance, has been scarcely analyzed and
debated when discussing how to strengthen the Inter-American Human Rights System. For that
reason, this paper seeks to ll some of these gaps by describing and analyzing election processes
and, at the same time, identifying the positive, the negative and the reprehensible aspects of
such processes. After that, and seeking to generate debate, this paper proposes how the election
process should be developed, not only within the General Assembly of the Organization of
American States, but also national nomination processes.
Keywords
Inter-American Judge / Inter-American Commissioner / Election / Appointment / Inter-
American Court / Inter-American Commission / Human Rights.
1. Introducción
Si de éxito y ecacia del sistema interamericano de derechos humanos (SIDH) queremos hablar,
de lo que menos deberíamos ocuparnos es del funcionamiento de la Comisión y la Corte
interamericana de derechos humanos (la Comisión o CIDH y la Corte, respectivamente),
pues la menor presencia e intervención de estos órganos signicaría que los Estados Parte a
la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) están cumpliendo con sus
1Abogado por la Universidad Nacional Autónoma de México, doctor en derecho por la Universitat Pompeu Fabra. Investigador
visitante en la Universitat de Barcelona.
Karlos Castilla Juárez (2017). Lo bueno, lo malo, lo feo y lo deseable en la (s)elección de integrantes
de la Comisión y la Corte interamericana de derechos humanos Iuris Dictio 20, 119-136.
ISSN 1390-6402 / e-ISSN 2528-7834.
DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v20i20. 921
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KARLOS CASTILLA JUÁREZ
Iuris Dictio 20 (2017), 119-136. ISSN 1390-6402 / e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v20i20. 921
obligaciones y, por tanto, que ante esa ecacia interna del tratado, su objeto y n se cumplen,
haciendo innecesario que subsidiariamente los órganos del SIDH se vean obligados a ejercer
sus facultades y a tener un papel protagónico. Pero eso sería en una América ideal, ya que
por desgracia la realidad nos muestra que los Estados no cumplen, ni han cumplido con sus
obligaciones internacionalmente adquiridas en materia de derechos humanos.
Ante esa realidad, lo que hacen, cómo lo hacen y los efectos que tiene la actuación de
la CIDH y la Corte se convierten en un punto central de análisis y observación, especialmente
cuando se piensa en fortalecer al SIDH. Pero teniendo siempre claro que el fortalecimiento
del SIDH no pasa sólo por una mejora presupuestal, ya que eso es tan sólo uno de los muchos
elementos a tener en cuenta, pero no la base de todo.
Lo anterior es importante destacarlo ahora que la Asamblea General (AG) de la
Organización de Estados Americanos (OEA) reunida en Cancún, México, decidió aumentar
gradualmente el presupuesto de los órganos del SIDH hasta duplicar en el término de tres años
los recursos del Fondo Regular que se destinan a dichos órganos2. Con lo que parece que al
menos por un tiempo el tema económico dejará de ser el problema principal. Pero la ecacia
de la CADH en los ámbitos nacionales, el adecuado funcionamiento de CIDH y Corte o el
cumplimiento de lo que estos órganos ordenan, va más allá de tener o no un buen presupuesto,
son cuestiones que involucran voluntad política, responsabilidad jurídica y legitimidad en el
actuar.
En ese sentido, antes de evaluar en concreto la forma en que funcionan la CIDH
y/o la Corte y hacer propuestas respecto a cómo podrían mejorar su trabajo, la efectividad
de sus decisiones o cualquier otro aspecto vinculado con sus facultades y competencias, es
imprescindible poner atención en los procesos de selección de las personas que dan vida, rostro
y acción a dichos órganos.
Los procesos de selección de integrantes de la CIDH y la Corte han sido de poco
interés en el ámbito académico Latinoamericano (Schönsteiner, 2007; Salaza y Roht-Arriaza,
2017), a pesar de su importancia. Pero tampoco han sido de interés en ámbitos político-
diplomáticos3, ni siquiera cuando se ha hablado de fortalecer al sistema o a alguno de esos
órganos4. Sólo desde algunas organizaciones de la sociedad civil (CEJIL, 2005; DPLF, 2013;
CEJIL, 2014) e investigadoras de otras regiones (Burgorgue-Larsen, 2015) se ha visto un poco
de interés en este tema, aunque tampoco se han debatido todos sus ángulos a fondo.
Ante esa situación, en este artículo buscaré mostrar un panorama completo de esos
procesos que históricamente han sido más un intercambio de votos y acuerdos políticos, que
un escrutinio de los mejores perles o selección por méritos. Pero también, propondré algunas
ideas que podrían transformar, mejorar y fortalecer de manera real a la CIDH y la Cortea partir
de su integración, dándoles mayor calidad, transparencia y legitimidad.
Con ese n, en primer lugar, estableceré de manera sencilla qué es lo que establecen
las normas que regulan los procedimientos de selección y elección para integrar la CIDH y
la Corte. En segundo lugar, destacaré en tres apartados lo bueno, lo malo y lo feo de esos
procedimientos, a partir de describir la forma en la cual se llevan a cabo, lo que nos muestra
2 Véase Asamblea General de la OEA (2017). AG/RES.2908 (XLVII-O/17). Promoción y protección de derechos humanos.
3 En la misma resolución, antes citada, se ha mostrado interés en el equilibrio de género, representación de diferentes sistemas
jurídicos en la integración y por mejorar transparencia en procedimientos. Pero más allá de esos temas no hay un análisis, ni
ninguna evaluación.
4 Véase por ejemplo: Asamblea General de la OEA (2012). AG/doc.5310/12. Informe del Grupo de Trabajo Especial de
reflexión sobre el funcionamiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para el fortalecimiento del Sistema
Interamericano de Derechos Humanos para la consideración del Consejo Permanente; en donde no se hace referencia alguna
a ese tema.

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