Entrevista a: Cristina Jaramillo

Páginas10-12
Industria Legal
ENTREVISTA A:
En esta ocasión tenemos el gusto de hablar con
Cristina Jaramillo Román, abogada y experta en
coaching para abogados. Cristina es una
profesional con muchísima experiencia, pero hoy
en día se enfoca su ejercicio en compliance
corporativo y en manejo de equipos. Con ella
analizamos aquello que está bien – y lo que no
está bien – en la práctica de la profesión. Fue
una conversación muy amena, en la que se
tratamos temas importantes sobre los que hay
que crear conciencia, ya que existe una
tendencia a dejarlos de lado. Esperamos que les
guste.
CRISTINA
JARAMILLO
¿Cómo llegaste al mundo del derecho?
A los 18 años, es difícil tomar decisiones, así que
escogí la abogacía más por tradición que por
convicción. Era la profesión de mi papá, de mi
abuelo y de mi bisabuelo. Sentía que ser
abogada estaba en mi ADN. Afortunadamente
disfruté mucho de mi paso por la Facultad de
Derecho, me gradué la mejor de mi promoción en
la Pontificia Universidad Católica de Quito. Mi
primer trabajo fue como abogada in-house en
una multinacional, un desafío muy grande pero
pensaba que lo sabía todo. Por eso fue más
difícil darme cuenta de todo lo que no sabía. Las
reuniones con otros profesionales, la redacción
de contratos innominados, el escuchar a los
demás y el brindar mi consejo legal en un
lenguaje entendible para no abogados, fueron de
los primeros indicios de que mis cuadernos y
notas no eran suficientes para ser la abogada
que esperaba ser.
El mayor reto fue en el 2006 cuando me
encargaron el área de compliance, yo lo veía
como un mini ordenamiento jurídico al interior de
la empresa, sobre el cual tenía que educar y
entrenar a todos mis compañeros de trabajo.
Debo confesar que con esta visión
exclusivamente normativa del compliance, cometí
muchos errores, pero con el tiempo me di cuenta
y pude cambiar mi visión y estrategia.
Mi verdadera llegada al mundo del derecho
fue cuando pasé de un mundo repleto de
abogados en mi familia, amigos y la facultad, al
mundo real. Un espacio empresarial con metas
de negocio, diversidad de profesionales y
perspectivas, un mundo acelerado en el que las
normas no eran el centro de atención, eran una
herramienta más.
¿Qué habilidades les faltan a los graduados
de Derecho?
Como estudiantes de derecho aprendemos
mucho de la ley, pero no aprendemos cómo
servir a nuestros clientes a través de la ley. No
nos enseñan que la abogacía es sobre todo un
servicio y como tal, la experiencia del cliente, es
clave para construir nuestra carrera. Todo
recién graduado ha tenido que pasar por el
miedo de manejar consultas de la vida real que
mezclan legalidad, ética, reputación y el
bienestar de los involucrados; cómo redactar un
informe que comunique el hecho y el derecho en
un lenguaje comprensible; o cómo ganarse la
confianza de los compañeros que ven en el
equipo legal a un “policía interno” más que a
un socio de los negocios. A mí me pasó que la
realidad que vivía no se parecía en nada a esa
imagen inocente que tenía de los abogados de
las películas: esos personajes con trajes
elegantes, mucha seguridad en sus argumentos
y en sus relaciones con clientes y colegas.

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