2022-002 Cantón Colta: Para la prevención y erradicación progresiva de la discriminación y violencia contra las mujeres: niñas, adolescentes, jóvenes, adultas y adultas mayores
| Fecha de publicación | 29 Abril 2022 |
| Materia | Derecho Público y Administrativo |
| Número de Gaceta | 170 |
Viernes 29 de abril de 2022 Edición Especial Nº 170 - Registro Ocial
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ORDENANZA NRO. 2022-002
EL CONSEJO MUNICIPAL DEL GOBIERNO AUTÓNOMO DESCENTRALIZADO
MUNICIPAL DEL CANTÓN COLTA
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS:
El sistema patriarcal opera para mantener la sumisión de las mujeres y la dominación de los hombres
mediante las diferentes manifestaciones de violencia como un mecanismo de control. El problema
de la violencia contra las mujeres es sistémico y estructural. La violencia de género “permite excluir
a las mujeres del acceso a bienes, recursos y oportunidades; contribuye a desvalorizar, denigrar y
amedrentar a las mujeres; y reproduce el dominio patriarcal” (Lagarde 2006).
La Organización de las Naciones Unidades, señala que la violación de derechos humanos afecta en
promedio a “una de cada tres mujeres a lo largo de su vida”. En América Latina y el Caribe
aproximadamente “19,2 millones de las mujeres y niñas entre 15 y 49 años, fue víctima de violencia
física por parte de su compañero íntimo actual o anterior”. En esta región, la cifra de mujeres
asesinadas por el solo hecho de ser mujeres superaba “las 3 800 víctimas de
femicidios/feminicidios”. En Ecuador durante el confinamiento y la pandemia “el 64 % de mujeres
han sufrido algún tipo de violencia basada en género. 30 % ha sucedido al interior de sus hogares,
en el 43 % de los casos, el perpetrador es el conviviente, novio, esposo. La probabilidad de sufrir
violencia cuando el conviviente está en casa o en desempleo aumenta un 28 %” (ONU Mujeres
2020).
El Servicio Integrado de Seguridad ECU 911 (2020) informó que, “del 12 de marzo al 26 de abril de
2020, se registró 10 695 llamadas por violencia intrafamiliar”. Es decir, aproximadamente 235
llamadas de emergencia por día (ECU 911 2020).
Según Victoria Ferrer y Esperanza Bosch. 2003 afirman que “el factor de riesgo individual para ser
víctima de violencia es ser mujer” (Ferrer, Victoria y Esperanza Bosch 2003). La mayor prevalencia
de los casos de violencia es en contra las mujeres, por ejemplo, en la encuesta nacional de relaciones
familiares y de violencia de género contra las mujeres del 2019, señala que, a lo largo de su vida, 65
de cada 100 mujeres en el Ecuador, han experimentado por lo menos un hecho de algún tipo de
violencia en alguno de los distintos ámbitos a lo largo de su vida (INEC 2019).
Entre las principales formas de violencia contras las mujeres de 15 años y más, enunciadas en esta
encuesta nacional realizada en el 2019, se encuentran: la violencia psicológica con un 56,9%, la
violencia física con un 35,4 %; la violencia sexual con un 32,7 %, y finalmente, la violencia patrimonial
con un 16,4 % (INEC 2019).
De cada 100 mujeres, 43 mujeres han sufrido algún tipo de violencia por parte de su pareja, sea
esposo, conviviente, novio o enamorado. Datos que ratifican la afirmación de que el victimario es
del círculo familiar cercano. Y ¿quiénes son las víctimas?, en un 71,8 % son mujeres
afrodescendientes, el 65,1 % son mujeres mestizas, y el 64 % son mujeres indígenas. El 70% de
mujeres violentadas son mujeres que no tienen ningún nivel de instrucción educativa formal, el 67%
son mujeres con nivel de instrucción básica, y el 62,5% son mujeres con nivel de instrucción
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superior. (INEC 2019). La violencia no es un problema aislado de un grupo étnico, nivel de instrucción
o situación económica, sino es un problema social y estructural.
Además, la Fiscalía General del Estado de la República de Ecuador (2021), en el año 2020, se
registraron 79 femicidios, 66 asesinatos y, 20 homicidios. Mientras que en el período enero al 2 de
mayo de 2021, se presentaron 24 femicidios, 38 asesinatos, 11 homicidios y 2 sicariatos. (fiscalía
general del Estado 2021).
En la provincia Chimborazo el 57,75% de las mujeres ha vivido algún tipo de violencia a lo largo de
su vida causada por cualquier persona; y en el 77,95% de los casos de violencia contra las mujeres,
el agresor ha sido su pareja, ex pareja u otra persona.
La base a los Datos del Sistema de Gestión Estratégico para Monitoreo y Evaluación, con la aplicación
de la encuesta “Autoestima, Derechos, Posicionamiento e Ingresos”, a una muestra de 178 mujeres
de 29 organizaciones del cantón Colta, el 67% de las mujeres reconocen que existe tres tipos de
violencia en las comunidades (física, psicológica y sexual), el 49% de ellas conocen a dónde acudir
para recibir atención y denunciar, sin embargo, el 92.5% de las mujeres encuestadas afirman que
en el caso de estos problemas de violencia la mejor opción es solucionar los problemas dentro de la
familia, con esta información se ratifica la posición de la víctima para ocultar los casos de violencia,
y que el problema sigue en el ámbito privado (Fundación Maquita 2019).
Según datos del Sistema Integrado de Actuaciones Fiscales (SIAF 1.0), remitidos por la Fiscalía de la
provincia Chimborazo (2018), en el Cantón Colta, en el período de 2012 al 2018, se presentaron 325
casos denunciados de violencia de género, de los que se registró que 176 casos son de violencia
psicológica. Estos datos corroboran el hecho de que este tipo de violencia es la más recurrente
contra niñas, adolescentes, jóvenes y adultas mujeres. 91 casos denunciados por mujeres fueron
por violencia sexual; otros 40 casos denunciados de mujeres por violencia física; 15 casos por
violencia intrafamiliar; 1 caso de femicidio; y 2 casos de violencia no especificada. Entre estos casos
denunciados de violencia contra la mujer, están incluidos tres casos de violencia sexual a niñas/os,
acaecidos en los años 2017 y 2018.
Las adolescentes mujeres reconocieron que, en el colegio, viven situaciones de discriminación,
desvalorización y hostigamiento por parte de sus compañeros hombres. Este tipo de violencias les
quebranta la autoestima, las menosprecia y reproduce relaciones de poder y sumisión que se
expresan a través del maltrato físico y psicológico.
Las mujeres jóvenes y adultas reconocieron que, en las relaciones con sus parejas, tienen que
afrontar situaciones en las que se reproducen ciclos de violencia en la familia. La forma más
recurrente de violencia que se vive en las familias es la violencia psicológica.
En la actualidad, las relaciones que establecen entre mujeres y hombres se basan en patrones socio-
culturales machistas que promueven la subordinación de las mujeres y que son aprendidos y
socializados por hombres y mujeres en los ámbitos familiar, educativo, comunitario e institucional.
Los datos indican que, en Colta, las niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres adultas viven en
contextos de discriminación y violencia en el entorno familiar, en la relación de pareja, en espacios
comunitarios y en las instituciones educativas e institucionales.
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