Ordenanzas Municipales. Cantón Pujilí: Que regula el uso y control del espacio público y privado para las manifestaciones artísticas y grafitis

Número de Boletín13
SecciónOrdenanzas Municipales
EmisorGobiernos Autónomos Descentralizados
Martes 22 de febrero de 2022Registro Ocial - Edición Especial Nº 13
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EL CONCEJO MUNICIPAL DEL GOBIERNO AUTÓNOMO
DESCENTRALIZADO MUNICIPAL INTERCULTURAL DEL CANTÓN PUJILÍ
EXPOSICION DE MOTIVOS
Desde el año 2008, el Ecuador emprende una nueva etapa constitucional, en
cuanto a los derechos de las personas a desarrollar su capacidad creativa, al
ejercicio digno y sostenido de las actividades culturales y artísticas.
concede a las personas, el derecho a acceder y participar del espacio público
como ámbito de deliberación, intercambio cultural, cohesión social y promoción
de la igualdad en la diversidad.
establece el derecho al disfrute pleno de la ciudad y sus espacios públicos,
bajo los principios de sustentabilidad, justicia social, respeto a las diferentes
culturas urbanas y el equilibrio entre lo urbano y lo rural.
A lo largo de todo el mundo, a los grafitis se los denomina como expresiones
pictóricas con una extensa diversidad en su forma creativa, valores expresivos
y técnicos; pero a su vez, con rasgos comunes que hacen de ella una
verdadera creación artística, teniendo en cuenta constantemente la naturaleza
crítica, enigmática y de clave que este arte posee.
Grafitis o como se diría en castellano los grafitos o pintadas, se refiere a
letreros o dibujos trazados o garabateados en paredes u otras superficies de
carácter popular y ocasional, producido por un grupo humano en el espacio
público, cuyos miembros se reconocen entre sí por su actividad más o menos
clandestina con una riqueza inagotable de significados y matices que el
observador ajeno al grupo no puede apreciar por su desconocimiento de los
códigos gramaticales y semánticos de las formas realizadas.
La pintura mural tuvo a la pared como uno de los principales soportes de la
producción artística hasta el siglo XIV; sin embargo, en la actualidad este no es
un espacio creativo libre, tanto es así que, a este fenómeno espontaneo se lo
interpreta como una amenaza, una transgresión.
Los grafitis ubicados en ciertos sectores del cantón Pujilí, como arte de
expresión callejero, nos muestran una voz oculta de protesta que intenta alterar
el orden público en sus diferentes aspectos: social, cultural, lingüístico o moral
al exponer lo que es precisamente prohibido o no permitido; a veces, es
visibilizado por la institucionalidad, pero curiosamente es la más vista y leída
porque está allí en el espacio público compartiendo y relacionándose con la
cotidianidad.

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