Las autonomías: una descentralización profunda

AutorOrlando Alcívar Santos
Páginas36-39
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Las
autonomías:
una
descentralización
profunda
Orlando Alcívar
Santos
Las
autonomías
deben
tener
en
todas
sus
áreas
una
gran
coordi
nación
con
el
poder
central
y
debería
existir
un
mecanismo
idó
neo
y
expeditivo
para
que
aquéllas
no
puedan
salirse
del
marco
constitucional.
La
tendencia predominante
actual,
en
América
y
Euro
pa en
general,
es
ir
hacia
la
descentralización,
en
los
Esta
dos
unitarios
y
aún
en
los
federales.
El
clamor por
superar
la
crisis
del
Estado centralizado
data desde
hace
varias
cadas,
pues
es
evidente
que
el
sistema luce
gastado
e
ino
perante.
Centralizar
significa
concentrar
en
un
solo
ente
las
competencias
sobre
determinadas
materias
en
todo
el
terri
torio
nacional.
Por
eso,
contrario
sensu,
descentralizar
im
plica
traspasar competencias
a
un
poder
central
hacia
otros
órganos
o
hacia
otros
entes,
y
mientras
mayor
sea
la
com
petencia
transférida,
más
extensa
e
intensa
será la
descen
tralización.
Se
ha
dicho que
el
mayor
fenómeno
social
del
presente
siglo, la
globalización, ha
traído consigo
dos
tendencias
aparentemente contradictorias
pero complementarias:
1)
la
formación
de
bloques
supranacionales
que
han
dado origen
a
acuerdos
comunitarios
entre Estados
de
una
misma
re
gión
o
de
regiones
vecinas;
y,
2)
La
descentralización
de
poder
en
unidades
subnacionales.
Estas
últimas
no
signifi
can
el
vaciamiento
del
Estado
por
la
pérdida
de
competen
cias
o
de
recursos,
sino
una
reforrnulación
del
rol
que
le
co
rresponde
al
poder
central
dentro
de
los
nuevos
esquemas.
El
nuevo diseño
se
impone
por
solo
ante
el
evidente
agotamiento
del
Estado centralizado
e
impotente
que
care
ce de
servicios
eficientes,
que
tiene
una agonizante
seguri
dad
jurídica
y
vacíos
de
poder
público que
son
ocupados
por grupos
de
múltiple
procedencia
que
miran
sus
propios
intereses
individuales
y
no
los
de
la
nación
o
los
de
la
pa
tria
de
todos.
La
profesora
María
de
los
Angeles Delfino
expresa
que
en
casi
todos
los
países
ha surgido
una
demanda por
des
centralizar, no
sólo
para
hacer
más
eficiente
la
administra
ción
pública
y
acercar
al
administrado
a
la
administración,
sino
incluso
porque
existe una relación
causa-efecto
entre
democracia
y
descentralización
al
entender
que
un
régimen
descentralizado goza
de
mayor legitimidad democrática
que
el
que
no
Lo
es,
en
la medida
en
que
a
través
de
la
des-
centralización
puede
lograrse
una
mayor democratización
institucional,
social
y
socioeconómica.
Institucional,
por
que
permitiría
una
disminución
de
la
concentración
y
de
la
centralización;
social,
porque
facilitaría
las
posibilidades
de
acceso
a
las
decisiones;
socioeconómica,
porque
habría
una mejoría
en
la
asignación
de
los
recursos
estatales,
ma
yor
racionalización presupuestaria
y
una
más
eficiente
complementación
de
las
políticas
sociales
y
de
la
organiza
ción
de
los
servicios.
Si
el
Estado centralizado
ya
no
corresponde
a
las
nece
sidades
de
la
sociedad,
es
indispensable
protegerla
median
te
un
nuevo
trazado
de
las
estructuras
de aquel.
Como
en
todas
las
épocas, hay
grupos
que
detentan
determinados
privilegios
que
se
resisten
a
aceptar
cualquier cambio
sig
nificativo
porque supuesta
o
realmente
los
va
a
perjudicar.
Pero sobre
las
ideas,
con
mayor
razón
si
tienen
que
ver
con
la
organización
y
la
vida misma
del
Estado,
es
necesario
debatir,
oponer
razones, sostener
argumentos,
con la
segu
ridad
de
que
del
análisis
racional
y
científico
de
los
temas
saldrán
las
mejores decisiones.No
debemos tener miedo
a
discutir
respetuosamente
sobre asuntos
que son,
a
la
vez,
importantes
y
novedosos
dentro
del
derecho constitucional
ecuatoriano.
El
constitucionalista
venezolano,
Ministro
de
Estado
para
la
Descentralización
de
su
país,
José
Guillermo
An
dueza,
señala
que
cada
tipo
de
descentralización
o
cada
ti
po
de
federalismo
tiene unos
supuestos
indispensables
que
no
pueden olvidarse
en
el
momento
de
adoptar
uno
u
otro
modelo.
No
existe
un
único
modelo
de
descentralización,
ni
tampoco
existe
un
solo
y
único
modelo
de
federalismo.
El
federalismo estadounidense
no
es
igual
al
alemán
ni
al
brasileño,
ni son
iguales
la
descentralización
italiana,
boli
viana,
española
o
colombiana. Cada una
de
ellas
responde
a
unas
realidades
que
no
son
fáciles
de
transplantar,
por
lo
que hay que
diseñar
una descentralización
a
la
ecuatoriana
aunque utilizando algunos
de
los
elementos,
características
o
procedimientos
que
ya
utilizaron
otros
países
y
que
pue
dan ser
fácilmente adaptados
a
nuestro
medio.

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