Hace falta una ley que promocione y proteja la competencia económica

AutorSantiago Andrade Ubidia
Páginas96-114
96
Hace
falta
una
ley
que
promocione
y
proteja
la
competencia económica
Hace
falta
una
ley
que
promocione
y
proteja
la
competencia
económica
Santiago
Andrade
Ubidia
En
materia
de
libre
competencia
es
necesario
establecer
un
marco
idóneo
para
que
no
se
convierta
en
libertinaje.
A
MANERA
DE
INTRODUCCIÓN
En
el N°
3
de
la
revista
luris
Dictio
se
publica
un
ar
tículo
de
mi
autoría,
bajo
el
título
Algunas
consideracio
nes
en
torno a
tres temas
del
nuevo
Código
de
Procedi
miento
Pe,wl’
en
el
cual
me
referí
a
un
artículo
de
prensa
aparecido
bajo
el
sugerente
título
de
Falta
un
Código,
2
y
afirmé
que
me
permitía
calificar
al
título
de
dicho
artícu
lo
como
sugerente,
porque
concitó la
atención
de
los
lec
tores
ya
que
parecía abordar
el
problema
de
la
falta
de
cuerpos
de
leyes,
dispuestas
según
un
plan
metódico
y
sistemático,
sobre
materias
tan
importantes
como
la
fami
lia,
la
leal
competencia,
el
medio
ambiente
y
tantas
otras
en
que
existen normas dispersas, inorgánicas,
incomple
tas
e
inclusive
incongruentes
y
contradictorias.
De
esta
manera
puse
de
manifiesto
mi
personal
preo
cupación
por
estos
vacíos
que
presenta
el
ordenamiento
legal
ecuatoriano
y
me
referí concretamente
a
tres
campos
en
que
se
siente
de
manera
particular
la
falta
de
una
ade
cuada normatividad.
Hoy
retomo
esta
temática para
referirme
a
uno de
los
vacíos
que
registra
nuestro
ordenamiento
legal:
el
de
la
competencia
económica,
porque
considero
que
es
una
prioridad
que
se
promulgue
una
ley
que
la
fomente
y
pro
teja,
por
ser
un
requisito
sine
qua
non
para
la
recuperación
económica
y
el
desarrollo
social
del
país.
El
imperativo
de
la
modernización
del
Estado ha
im
puesto
que
la
Constitución
Económica
del mismo sea
una
síntesis
de
dos
principios organizadores
de
la
actividad
económica:
el
mercado
y
la autoridad. Alfredo
Mancero
3
señala:
El mercado,
entendido
como
un
escenario
compe
titivo
al
cual
concurren
la
oferta
y
la
demanda
de
bienes
y
servicios
que
tienen
precio,
no
puede
sustraerse
de
las
condiciones
de
la
economía mundial
y
las
tendencias
de
la
globalización. La
autoridad,
entendida
como
un
con
junto
orgánico
de
jerarquías
administrativas
que
regulan
el
funcionamiento
de
los
mercados,
debe
promover
la
co
hesión
social
de
la
nación
y
garantizar
la
provisión
de
bienes
y
servicios
públicos
que
no
tienen
precio.
Como
resultado,
las
instituciones económicas
del
país
se
deben
ir
adecuando
a
las
nuevas
características
de
la
integración
internacional
(apertura),
así como
fomentar
la
competen
cia entre
los
agentes
económicos (liberalización),
promo
ver
la
ampliación
de
la
capacidad
social
de
la
nación
(ca
pitalización
de
los
recursos)
y
garantizar
la
vigencia
ple
na
de
los
derechos
de
las
personas (equidad distributiva).
Respecto
de
la
liberalización
económica,
Mancero
se
ñala
que
del
mismo
modo que
ya
no
es
defendible
el
pa
pel
«empresarial»
del
Estado,
excepto
en
casos
muy
sen
sibles
para
la
estabilidad
económica
y
política
de
los
paí
ses
pequeños, tampoco
es
consistente
el
argumento
de
los
mercados
«libres
y
desregulados»,
pues
todas las
eviden
cias
confirman una
tendencia
inevitable
hacia
la
forma
ción
de
monopolios
privados
cuando
la
legislación
eco
nómica
carece
de
mecanismos
eficaces
para
estimular
la
competencia,
sancionar
la
concentración
del
poder
de
mercado,
prevenir
y
mitigar
otro
tipo
de
delitos
económi
cos:
asociaciones
ilícitas,
pactos
colusorios,
daños
am
bientales, información
fraudulenta
y
publicidad
engaño
sa,
violación
de
los
derechos
de
propiedad
(incluida
la
propiedad
intelectual,
abusos
en
la
fijación
de
precios
y
violación
de
las
normas
de
calidad
de
los
bienes
y
servi
cios,
entre
otros.
4
El
célebre
autor argentino Roberto
Dromi,
uno
de
los
ideólogos
del
proceso
de
transformación
de
su
patria,
se
ñala
con
notable claridad
y
concisión
que
el
mercado
es
una
institución
compleja,
que
surge
como
resultado
de la
interacción
de
los
individuos. En
otras
palabras,
el
mer
cado,
más
que
un
resultado automático
del
juego
de
va
riables
económicas,
es
una
construcción
social.
Lo
dicho
trae
aparejada
la
dficultad
de
crear
un
mercado
por
ley;
la
solución
consiste
en
construir
un
mercado
actuando
sobre
las
instituciones
colectivas
y
permitiendo
la
parti
cipación
efectiva
de
la
mayoría
de
los
sujetos.
Y
es
en
es
te
marco
en
el
que
la
regulación
del
régimen
de
defensa
de
la
competencia
adquiere
importancia.
La
iniciativa
de
construir
el
mercado
mod(fica
la
relación entre
el
Estado
y
la
economía
y
requiere
una
administración
pública
con
capacidad
para
orientar
y
garantizar
las
elecciones
rea
lizadas
por
los
agentes
económicos
y
controlar
elfuncio
na,niento del mercado
evitando
la
formación
de
monopo
lios
que
distorsionan
la
realidad
del
mercado.
Lo
dicho
reafirma
las
nuevas
misiones
del
Estado
relocalizado
lue
Hace
falta
una
ley
que
promocione
y
proteja
la
competencia económica
97
go
de
los
procesos
de
reforma
estatal
y
constitucional.
El
Estado contemporáneo
debe
ser
orientador
en
el
sentido
de
ejercer
la
conducción
política
de
la
sociedad
para
lo
grar
el
bien
común,
fiscalizador
para
compatibilizar
y
ar
monizar
los
derechos
en
pro
de
la convivencia social,
protector
para
amparar
y
defender
los
derechos
e
intere
ses
de
la
comunidad,
y
regulador ajustando
el
desenvol
vimiento
de
los
grupos
sociales
a
principios
y
reglas
or
denadoras.
5
Desde
que
se
abandonó la
tesis
de
la
intervención
di
recta
y
sistemática
del
Estado
en
la
actividad económica
por
haberse comprobado
su
fracaso,
es
la
empresa
priva
da
la
que
adquiere
un
rol
protagónico
en
el
desarrollo
eco
nómico
y
el
Estado
limita
su
intervención
a
la
orientación,
fiscalización
y
protección,
actuando
directamente
como
agente
económico
sólo
en
situaciones
muy
específicas
(que
se
verán
más
adelante). Pero la
empresa, para
poder
desarrollarse
y
cumplir
adecuadamente
su
papel
en
la
economía
precisa
de
tres grandes
pilares
que
la
sustenten:
el
reconocimiento
de
la
propiedad
privada,
incluida
la
propiedad
intelectual;
la
consagración
de
la
libertad para
intervenir
como
agente
económico
y
competir,
dentro
de
los
límites
que
fija
el
bien
común;
y
la
protección
adecua
da
del
consumidor
que
es
el
destinatario
final
de
todo
el
proceso
productivo,
así
como
del
medio ambiente
como
presupuesto
racional
para garantizar
un
desarrollo
susten
table.
En
materia
de
libre
competencia,
es
necesario
estable
cer
un
marco
idóneo
para
que
no
se
convierta
en
liberti
naje.
Rafael García
Palencia
señala: La
característica
esencial
de
una economía
de
mercado
consiste
en
la
po
sibilidad
de
todos
los
individuos de
emprender
libremen
te
una
actividad
económica.
El
juego
de
la
oferta
y
la
de
manda
conduce,
idealmente,
auna
situación
de
equilibrio
del mercado.
En
efecto,
aquellas
empresas
que
producen
aquello
que
se
adecúa
a
las
necesidades
del
consumidor
serán
las
que
prosperen
y
se
expandan;
mante el
éxito de
estas
empresas,
nuevas
empresas
comenzarán
a
producir
estos
mismos
productos,
y,
la
supervivencia
o
la
convi
vencia
de
estas
empresas
dependerá
de
su
eficacia
ya
que
los
consumidores
acudirán a
aquella
que
les
proponga
la
mejor
relación
calidad/precio.
Y
esto
es
la
esencia
del
mercado:
el
esfuerzo competitivo
de las
empresas
para
realizar
la
mejor oferta
y
el
esfuerzo
de
los
consumidores
por
conseguir
la
mejor
oferta.
Pero
todo
esto
sólo
es
po
sible
si existe
competencia
en
el
mercado,
y
si
esta
com
petencia
es leal,
es
decir
si
todos
los
operadores
del
mer
cado
buscando
su
propio
interés
y
empleando
todo
su
es
fuerzo
en
ello
desencadenan
el
juego
del mercado,
consi
guiendo
un
resultado
que
es
positivo
tanto
para
los
ope
radores
del mercado
como
para
los
consumidores.
6
El
autor
añade:
Sin
embargo
tal
situación
es
efectiva
mente
ideal.
A
nadie
escapa
que
a
las
empresas,
indivi
dualmente hablando,
les
interesa
eliminar
la
competen
cia,
de
esta
forma
concluyen
acuerdos
para
repartir
los
mercados
con
los
competidores,
fijar
precios,
limitar
los
esfuerzos de investigación,
etc.;
también
la
libre
compe
tencia
se
puede
ver
amenazada
por
la
actitud
de
una
em
presa
en
posición
dominante
en
un
mercado,
por mono
polios
legales
o
de
hecho,
por
las
subvenciones
estatales
o
regionales,
exenciones
fiscales,
concesión
de
derechos
especiales
o
exclusivos.
Estos
son
algunos
ejemplos
de
si-
tuaciones
que
empañan
las
condiciones
de
competencia
en
un
mercado.
El
ordenamiento
legal
debe
prevenir
los
abusos
y
las
distorsiones
a
fin
de
que
realmente
exista
una
legal
y
transparente
competencia
y
que
las
empresas
pue
dan
ingresar
libremente
al
mercado,
se
mantengan
en
él
porque
sean
eficientes
y
no
porque
sean
artificialmente
sostenidas;
y
finalmente
que
su
salida
se
deba
a
su
inefi
ciencia
y
no
a
la
acción
de
terceros
que
las
expulsen
del
mercado
mediante maniobras contrarias
a
la buena
fe
y
lealtad.
MARCO
CONSTITUCIONAL
Como
consecuencia
del
proceso
de
modernización
del
Estado
en
el
campo económico,
se
incorporaron
a
la
Constitución
Política
de
la
República
nuevas
instituciones
o
se
desarrollaron
las
existentes:
a
más del
reconocimien
to
de
las
libertades
de
empresa
(artículo
23
16) y
de
contratación
(artículo
23
18)
ambas
con
sujeción
a
la
ley,
así
como
el
derecho
de
propiedad,
en
los
términos
que
señala
la
ley
(artículo
23
23)
y
a
la
propiedad
intelec
tual,
en
los
términos
previstos
en
la
ley
y
de
conformidad
con
los
convenios
y
tratados vigentes
(artículo
30
inciso
tercero),
se
reconoce
el
derecho
a
vivir
en un
ambiente
sa
no,
ecológicamente
equilibrado
y
libre
de
contaminación
(artículo
23
6),
así como
el
derecho
a
una
calidad
de
vida
que
asegure
la
salud,
alimentación
y
nutrición,
agua
potable,
saneamiento
ambiental,
educación,
trabajo,
em
pleo,
recreación,
vivienda, vestido
y
otros
servicios
socia
les
necesarios
(artículo
23
N
20)
y
el
derecho
a
disponer
de
bienes
y
servicios, públicos
y
privados,
de
óptima
ca
lidad;
a
elegirlos
con
libertad,
así
como
a
recibir
informa
ción
adecuada
y
veraz
sobre
su
contenido
y
características
(artículo
23
7). Se
proclama
al
Ecuador
como
un
Es
tado
social
y
democrático
de
derecho (artículo
1)
y
se
adopta
un
sistema
de
economía
social
de
mercado
(artícu
lo
244),
debiendo
su
organización
y
funcionamiento
res
ponder
a
los
principios
de
eficiencia,
solidaridad,
susten
tabilidad
y
calidad
con
la
finalidad
de
asegurar
a
los
habi
tantes
una
existencia
digna
e
iguales
derechos
y
oportuni
dades
para
acceder
al
trabajo,
a
los
bienes
y
servicios
así
como
a
la
propiedad
de
los
medios
de
producción
(artícu
lo
242).
Se
señala
que
corresponde
al
Estado, dentro
del
sistema
de
economía
social
de
mercado,
entre
otras
cosas
el
promover
el
desarrollo
de
actividades
y
mercados
com
petitivos,
impulsar
la
libre
competencia
y
sancionar,
con
forme
a
la
ley,
las
prácticas
monopólicas
y
otras
que
la
impidan
y
distorsionen (artículo
244
3);
igualmente
se
desarrolla extensamente
lo
relativo
al
medio
ambiente
(artículos
86
a
91)
y
a
los
consumidores (artículo
92),
en
tre
los
derechos fundamentales
colectivos.
Al
adoptar
el
Estado
ecuatoriano
el
sistema
de
econo
mía
social de
mercado,
se
ha
realizado
una
declaración
de
indudable contenido
ideológico
que
es
determinante
tan
to
para
caracterizar
la
actuación
del
Estado
mismo,
cuan
to la
de
sus
habitantes.
En
definitiva,
se
adoptó
un
mode
lo
económico
determinado.
Entrena
Cuesta
7
siguiendo
a
García
Echavarría
8
señala
que
las
características
funda
mentales
que
configuran
un
orden
o
sistema
de
economía
social de
mercado,
son:
la.
El
mecanismo
de
coordinación
de
las
decisiones
des
centralizadas
lo
constituye
el
mercado,
por
lo
que
de-

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR